En el país han sucedido hechos graves desde la no renovación de la concesión del canal privado RCTV. Las universidades han sido cómplices de la desestabilización. En conjunto con los partidos de oposición, han manifestado una estrategia común.
Para nadie es un secreto que las actividades como las marchas, guarimbas, concentraciones y focos desestabilizadores no son espontáneos, especialmente la agitación política por parte del canal de televisión insurrecional Globovisión y la práctica de las autoridades universitarias, que se han prestado para generar las condiciones necesarias suspendiendo las clases de una manera encubierta.
Para ello han flexibilizado exámenes y evaluaciones con el objetivo de garantizar que los estudiantes puedan ir a las marchas y concentraciones, las cuales están lideradas por supuestos dirigentes estudiantiles que no son más que apéndices de los partidos políticos de derecha, quienes los esperan desde una tarima en sus respectivos territorios: “alcaldías y municipios opositores”. En estos lugares enarbolan discursos los dirigentes de dichos partidos, para aprovechar el fenómeno de la NO RENOVACIÓN DE LA CONCESIÓN e ir creando las condiciones a largo y corto plazo de un golpe de Estado fascista, por supuesto, justificando y acelerando la intervención del imperialismo norteamericano.
¿Qué nos demuestra esta realidad?
Las universidades ya son un terreno inestable donde se cuenta con una fuerza de estudiantes conformada mayoritariamente por jóvenes de altos recursos, entre otras capas sociales manipuladas, a quienes se les están politizando y formando para crear el posible foco de perturbación permanente que requieren. Es evidente que la universidad, amparada en su autonomía, se convierte en un espacio donde se pueden realizar reuniones entre conspiradores y traidores con total libertad.
Por esto, es fundamental que el proceso revolucionario se trace una estrategia concreta con respecto a este inminente foco desestabilizador, caracterizado por estar a espaldas del pueblo. Hoy, estos jóvenes persuadidos por el discurso de la élite académica ya están haciendo lazos más sólidos con el golpismo. Ante esto, el pueblo debe hacer presión para anular el foco que apenas está germinando. No permitamos que el fascismo tome una cabeza de playa dentro de las instituciones del Estado Revolucionario, ya que puede servir de proyección a toda una matriz justificadora de una intervención del imperio norteamericano.
Quienes resistimos en el corazón de estas universidades excluyentes, ya hemos esperado 8 años por el cambio, luchando en dos frentes de batalla al mismo tiempo: luchamos contra esta dictadura académica y contra el fascismo que pretende destruir la revolución.
¡BASTA YA!
Ha llegado la hora de romper las cadenas de la dominación ideológica. La Revolución debe llegar a las Universidades Autónomas y propiciar que el pueblo irrumpa en ellas, para que las libere y dé el primer paso hacia la construcción de una Universidad socialista.
El presidente Chávez en más de una oportunidad ha denunciado esta situación y ha dado el primer paso anunciando la “eliminación de las pruebas internas de admisión”. Son éstas las medidas revolucionarias que necesitamos, políticas que vayan a la raíz de los procesos, porque la única forma de confrontar a la burguesía académica es trayendo su enemigo por excelencia, EL PUEBLO VENEZOLANO.
El pueblo debe pasar por pruebas difíciles, debe potenciar su ímpetu y reflexionar sobre su experiencia, para así lograr la transformación universitaria definitiva. Pero antes, debe ser un hecho la eliminación de estos mecanismos de exclusión.
El llamado es a apoyar al pueblo y al comandante Chávez en esta medida tan importante, la cual no debe ser retrasada, pues ya ha sido pospuesta durante 8 años de revolución. Materialicemos la propuesta, sabemos que la universidad tiene años egresando cuadros fieles al sistema capitalista, que están dispersos en toda la sociedad entera y ahora se están organizando. Ésta no será la última batalla de la revolución, pero sí una de las más significativas.
El Comité por la Universidad Popular apoya irrevocablemente la medida anunciada por el Presidente de eliminar las pruebas de admisión y resalta que no será una batalla únicamente de grupos universitarios. Todas las fuerzas debemos dar nuestro empeño y hacer el llamado extensivo al pueblo revolucionario a incorporarse en la lucha por la universidad popular.
Vamos a la ofensiva, rompamos las últimas cadenas de la opresión alienante.
¡Abajo los mecanismos de admisión universitaria!
¡Que viva la comunicación en las manos del poder creador del pueblo!
¡A la lucha por la universidad popular!
Para nadie es un secreto que las actividades como las marchas, guarimbas, concentraciones y focos desestabilizadores no son espontáneos, especialmente la agitación política por parte del canal de televisión insurrecional Globovisión y la práctica de las autoridades universitarias, que se han prestado para generar las condiciones necesarias suspendiendo las clases de una manera encubierta.
Para ello han flexibilizado exámenes y evaluaciones con el objetivo de garantizar que los estudiantes puedan ir a las marchas y concentraciones, las cuales están lideradas por supuestos dirigentes estudiantiles que no son más que apéndices de los partidos políticos de derecha, quienes los esperan desde una tarima en sus respectivos territorios: “alcaldías y municipios opositores”. En estos lugares enarbolan discursos los dirigentes de dichos partidos, para aprovechar el fenómeno de la NO RENOVACIÓN DE LA CONCESIÓN e ir creando las condiciones a largo y corto plazo de un golpe de Estado fascista, por supuesto, justificando y acelerando la intervención del imperialismo norteamericano.
¿Qué nos demuestra esta realidad?
Las universidades ya son un terreno inestable donde se cuenta con una fuerza de estudiantes conformada mayoritariamente por jóvenes de altos recursos, entre otras capas sociales manipuladas, a quienes se les están politizando y formando para crear el posible foco de perturbación permanente que requieren. Es evidente que la universidad, amparada en su autonomía, se convierte en un espacio donde se pueden realizar reuniones entre conspiradores y traidores con total libertad.
Por esto, es fundamental que el proceso revolucionario se trace una estrategia concreta con respecto a este inminente foco desestabilizador, caracterizado por estar a espaldas del pueblo. Hoy, estos jóvenes persuadidos por el discurso de la élite académica ya están haciendo lazos más sólidos con el golpismo. Ante esto, el pueblo debe hacer presión para anular el foco que apenas está germinando. No permitamos que el fascismo tome una cabeza de playa dentro de las instituciones del Estado Revolucionario, ya que puede servir de proyección a toda una matriz justificadora de una intervención del imperio norteamericano.
Quienes resistimos en el corazón de estas universidades excluyentes, ya hemos esperado 8 años por el cambio, luchando en dos frentes de batalla al mismo tiempo: luchamos contra esta dictadura académica y contra el fascismo que pretende destruir la revolución.
¡BASTA YA!
Ha llegado la hora de romper las cadenas de la dominación ideológica. La Revolución debe llegar a las Universidades Autónomas y propiciar que el pueblo irrumpa en ellas, para que las libere y dé el primer paso hacia la construcción de una Universidad socialista.
El presidente Chávez en más de una oportunidad ha denunciado esta situación y ha dado el primer paso anunciando la “eliminación de las pruebas internas de admisión”. Son éstas las medidas revolucionarias que necesitamos, políticas que vayan a la raíz de los procesos, porque la única forma de confrontar a la burguesía académica es trayendo su enemigo por excelencia, EL PUEBLO VENEZOLANO.
El pueblo debe pasar por pruebas difíciles, debe potenciar su ímpetu y reflexionar sobre su experiencia, para así lograr la transformación universitaria definitiva. Pero antes, debe ser un hecho la eliminación de estos mecanismos de exclusión.
El llamado es a apoyar al pueblo y al comandante Chávez en esta medida tan importante, la cual no debe ser retrasada, pues ya ha sido pospuesta durante 8 años de revolución. Materialicemos la propuesta, sabemos que la universidad tiene años egresando cuadros fieles al sistema capitalista, que están dispersos en toda la sociedad entera y ahora se están organizando. Ésta no será la última batalla de la revolución, pero sí una de las más significativas.
El Comité por la Universidad Popular apoya irrevocablemente la medida anunciada por el Presidente de eliminar las pruebas de admisión y resalta que no será una batalla únicamente de grupos universitarios. Todas las fuerzas debemos dar nuestro empeño y hacer el llamado extensivo al pueblo revolucionario a incorporarse en la lucha por la universidad popular.
Vamos a la ofensiva, rompamos las últimas cadenas de la opresión alienante.
¡Abajo los mecanismos de admisión universitaria!
¡Que viva la comunicación en las manos del poder creador del pueblo!
¡A la lucha por la universidad popular!
Comité por la Universidad Popular